“Yo soy el camino, la verdad y la vida” dijo Jesús, según Juan14.6.
Luego en la cruz dijo solemnemente “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen” Lucas 23. Estas dos citas bíblicas podrían resumir cinco días de incertidumbre, de exaltación romántica de la política (yo creo que no existe) de adhesiones inquebrantables con sabor vintage, de miedo al futuro de los sanchistas (Pérez Galdós, Episodios Nacionales) de dudas razonables sobre el liderazgo de Sánchez (leer Lola García y Enric Juliana, Vanguardia 30/4) de una oposición al despiste que no encuentra su discurso.
La declaración con pomposidad y alevosía de ayer a las once de la mañana, después de haber dado cuenta al jefe del estado del resultado de los ejercicios espirituales en familia, no deja lugar a duda de la voluntad autocrática de “líder supremo” de su “revolución” convertida en religión con preceptos de fe incluidos. Primero la alusión a un “clamor social” de doce mil personas y cincuenta autobuses, representación “cualitativa” que no cuantitativa de la sociedad española. Voluntad justiciera de regenerar la vida política por la vía de la caza de brujas entre sus “malos” que a lo mejor no todos coinciden con los nuestros. En este capítulo se encuadran seudo periodistas del rumor falso con el ajeno (aquí entrarían las fakes sobre su señora) sin duda merecedores de ser quemados en la hoguera de la ignorancia. ¿Entran los “voceros” del poder que dan pábulo a rumores de la oposición? Jueces que no comulgan con la “amnistía Puigdemont” y residuos de un poder judicial que no obedece las consignas de su “catecismo ideológico”. Regenerar, ¿se refiere a la persecución en campo propio o se incluye a la del campo contrario? De esa comparecencia y la entrevista en tele Bolaños se desprende que hay “buenos” y “malos” y que desde su condición de líder supremo decidirá quienes están en un lado u otro de la silla de dios padre.
Regenerar significa también acabar con el uso sectario de los medios públicos en contra del adversario, por muy confeso que sea el “novio” de Ayuso. Significa también dotar a las instituciones con base jurídica, léase Tribunal Constitucional, de miembros “de reconocido prestigio” y entre ellos a lo mejor no están un exministro de justicia o un exfiscal general del estado de dudosa imparcialidad política (más bien adictos a la obediencia debida) Cuidado sus decisiones sientan jurisprudencia para el futuro.
El borrón y cuenta nueva no significa olvidarnos de un pasado reciente, me refiero a Koldo y sus muchachos, la obra teatral escrita y dirigida por Ábalos, en otros tiempos guardián de las esencias del sanchismo, con sus derivadas que están por descubrir y a quienes van a salpicar. Mientras los afectos destacan la sensibilidad y el lado épico de la reflexión y posterior decisión de continuar de Pedro Sánchez en todo este affaire. Los críticos y desafectos ponen el grito en el cielo por lo que consideran dejadez en sus responsabilidades y someter a una tensión innecesaria a este país. Solo el tiempo y las diferentes elecciones determinarán quienes tenía razón a pesar de Tezanos y sus encuestas.