CRÓNICAS MARCIANAS 84

GALICIA SALE DEL AISLAMIENTO

Estábamos acostumbrados a contemplar las elecciones gallegas desde de la periferia, como si nos quedaran lejos, allá, después de Benavente. Es cosa de gallegos o de los de la quinta provincia en la diáspora. Las del 18 de febrero de 2024 con la ley de amnistía (o ley Puigdemont) en el limbo de los justos (el enfrentamiento entre ejecutivo, legislativo y judicial, está en sus máximos) y con la carrera política de Feijoo al albur de sus paisanos, han trascendido más allá de los límites del Bierzo. La primera de las consecuencias fue el error de todos los medios, propios, afectos a al poder (léase El País, el Diario.es, RTVE o la cadena SER) algunos situados en el ”marquesado de Entrambasaguas” como La Vanguardia; los contrarios, críticos con el poder (cómo El Mundo, ABC, Marhuenda, Antena 3, COPE. Aquí obviamos los radicales, ustedes saben quiénes son) Todos, sin excepción (aunque guardaban el chubasquero por si acaso llovía en Galicia) daban por finiquitada la época PP en el gobierno de la Xunta. Un Rueda (político de perfil bajo nacido de las mayorías de Feijoo) ni el propio Feijoo con una campaña errática estaban en condiciones de mantener la mayoría absoluta, imprescindible para seguir al frente de una derecha ávida de mayor contundencia contra Sánchez y su amnistía fallida. El PP visceral del barrio de Salamanca (cuna de los cayetanos) soñaba con una victoria pírrica del bloque de izquierdas y acelerar el cambio del “curita gallego” por la “de Arco” Ayuso y emprender la cruzada definitiva a la Moncloa. 40 diputados han bastado para cambiar los semblantes de muchos.

La segunda de las consecuencias es el ascenso de la figura de la señora Pontón como una líder sólida para un futuro en su Galiza. Ha consolidado el voto de izquierda desde una posición de moderación del radicalismo soberanista del BNG para aglutinar la izquierda (heredera del PCE) y la propia socialdemocracia del PSOE, de la que se ha alejado el propio Sánchez.

La tercera de las consecuencias es el aumento del precio de los siete votos de Junts ante la debilidad de los partidos de Gobierno (PSOE y Sumar) que apenas han sacado un 14% del Parlamento gallego. La prueba es la solicitud (apoyada por la señora Armengol, solo faltaría) de mayor tiempo para negociar el texto de la ley “Puigdemont” atascada por las exigencias de Junts y la obstinación de la judicatura de calificar de “terrorismo” a los actos del Tsunami (CDR)

El ”indulto” Feijoo que fue considerado un error de bulto y que obligó a medidas de urgencia del PP para paliar sus efectos en el voto del “domingo”, ahora es un paso adelante en las futuras relaciones de dos “compañeros” ideológicos (PP y Junts) separados por el ¿cómo? Del regreso de Puigdemont a Catalunya. El ¿cuándo? No es la máxima prioridad. Sin duda los indultos a los condenados por el “procés” permiten muchas cábalas. Los presupuestos del estado serán la piedra filosofal para saber cuánto durará esta legislatura.

La cuarta consecuencia es ¿cómo? se articulará en un futuro la izquierda de este país después de la “desfeita” de Galicia. Sánchez (o el sanchismo) liderando la parte moderada. Y nos queda la incógnita de Sumar (conglomerado de personalismos) y la futura desaparición de Podemos después del haber finiquitado el espíritu del 15-M. Yolanda Díaz sigue desaparecida en combate después de la “paliza” de los Galiza. El PCE deberá hacer el típico análisis (catarsis, más bien) y purgar responsabilidades (a la vieja usanza, pero sin Siberia)

Galicia el 18F ha salido del aislamiento tradicional de un pueblo separado de las Españas por montañas infranqueables (hoy ya no) y arrojados a la emigración por tierra y mar. 40 diputados y Puigdemont tienen la clave de la política en España en los próximos meses…al tiempo.

PD: El PNV al acecho, por si le toca a ellos en cuatro días.

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