ESCENARIOS DE BATALLA
Me atrevo a un titular de esta guisa porque las batallas electorales de Euskadi y Catalunya (serán decisivas en el trienio 25-27) no se libran en sus territorios, sino que se han trasladado (Euskadi en menor medida) al Congreso de los Diputados. La aritmética parlamentaria hace que el escenario sea la carrera de San Jerónimo en Madrid. 7 diputados de Junts, 7 diputados de Esquerra, 5 diputados del PNV y 6 diputados (contando con Navarra) de Bildu dan para mucho en esta legislatura. De momento las primeras escaramuzas las ha ganado Junts que ha planteado una “guerra de guerrillas” (aquí decreto a decreto, en vez de casa a casa) donde hasta su abstención se cobra a precio de “litro de aceite”. Las “cesiones” de Sánchez a Puigdemont (cuán lejos queda ya la amnistía) están causando preocupación (muy seria dicen algunos comentaristas, de uno y otro lado) en las filas socialistas que ven como se disuelve en el sanchismo algunas de las bases ideológicas del PSOE de Iglesias, reinventado por Felipe. Principalmente aquellas que afectan a la vocación centenaria del socialismo español de ser un partido hegemónico en la izquierda (socialdemocracia a la europea) y por ende centralista. En esta ocasión ajustado a los principios de “unidad” territorial que se enmarca en la Constitución del 78. La investidura llevó pareja la cesión de la “caja única” de la seguridad social (en breve plazo) al gobierno de Euskadi. Se rompía una de las columnas vertebrales del Estado y de la Constitución (el principio de igualdad entre los ciudadanos de España) Los desmentidos, la letra pequeña del pacto, según los ojos que la miren y el intento del ministro Bolaños de minimizar los efectos reales de tal acuerdo y las consecuencias de un futuro incierto en esa materia, no son objeto de portadas en los medios de la derecha, ni siquiera en el silencio cómplice de los medios de ese centro izquierda con patente de “progresista”. Llegará el momento en que se aplique la totalidad del acuerdo, con mayúsculas, pero también con las minúsculas cuando veamos los grandes titulares de un signo y otro.
El miércoles en las Cortes volvían (Junts-Bolaños) a saltar por los aires alguna que otra asignatura troncal en la política estatal. El control efectivo de las corrientes migratorias se cedía para “su gestión” a la Generalitat de Catalunya. No es extraño el rebote de los sindicatos de los cuerpos de seguridad del estado contra tal acuerdo por lo que significa de control en las fronteras y la aceptación o no de un número de inmigrantes procedentes de los lugares de acceso a nuestro territorio, incluso la potestad de expulsarlos (a los reincidentes, dicen. Luego todo el campo es verde) Se acaba con otro principio de igualdad entre autonomías. Los “éxitos” negociadores de Junts menoscaban la credibilidad entre el independentismo (adormecido hoy por hoy) de Esquerra que ve como Puigdemont les adelanta, incluso por la derecha. De ahí que en las próximas semanas, los 7 de ERC o los 5 de PNV serán mucho más caros que este miércoles…todo en base a la carrera electoral del 24 y el 25. Con Bildu, Sánchez apuntala el reparto de Navarra. Aquí el binomio acción, reacción puede menoscabar la situación actual (al tiempo) ERC necesita victorias parciales que equilibre el poder entre el independentismo catalán (de los que ni son de derechas, ni de izquierdas, simplemente nunca se creyeron lo de España) La legislatura “vietnam” como ha calificado Lola García en la Vanguardia podría resumir lo acontecido y lo que va acontecer. Permanezcan atentos a la pantalla que esto no ha terminado…