Antiguamente un pacto como el de Sánchez con los partidos independentistas o soberanistas de Catalunya y el País Vasco tenía un nombre “Pacto con el demonio” o “vender el alma al diablo” pueden escoger el que más les guste. Es bien cierto que ni Puigdemont es el diablo, ni Junqueras (creyente) es el demonio. El PNV no es el brazo de Lucifer (se pasan el día dando gracias a dios) y Bildu está por la labor de vestirse de frak para llegar a Ajuria Enea lo antes posible. Sánchez ha necesitado aplicarse “el fin (Moncloa) justifica los medios” para llegar a pactos de frutos inmediatos, pero de dudosa rentabilidad a largo plazo. Eso a él (cortoplacista empedernido) no le quita el sueño. Su gobierno de 2024 con el apéndice de Yolanda Díaz buscando réditos sindicales tiene como “socios” preferentes a los partidos que: ni creen en el Estado, ni creen en la Monarquía como garante del sistema parlamentario, ni creen en la Constitución (que la abolirían en cuanto pudieran) como base del Estado de derecho. Con estos mimbres lo único que ha hecho Pedro Sánchez es repartir “favores” particulares a cada uno de ellos a nivel económico, de autogobierno (Catalunya) y de otros menesteres (rodalies). Esperemos cómo va a ser el pacto con los vascos (PNV) Bildu va
gratis a la investidura. Sabiendo que Euskadi goza de buena salud en lo que a su régimen económico se refiere, los favores tendrán otros condicionantes. Es evidente, por lo que sabemos, que se ha roto el principio de igualdad territorial en el Estado de las Autonomías. Aunque como dice Manel Pérez en la Vanguardia de hoy, la deuda de las Comunidades con el Estado no se pagará nunca…por lo tanto la quita de 15000 millones a Catalunya es un gesto simbólico. A tenor de la que está cayendo se ha convertido en aquello de ciudadanos de primera, los votantes de ERC y Junts (también los del PSC) y los de segunda, léase el resto, excluyendo a vascos y navarros que ya eran de “champions ligue”. Es evidente que las comunidades con presidente/a del PP montarán un circo rodante para denunciar este “agravio” de Sánchez. No les queda otra a nivel mediático. Luego negociarán con la señora Montero las cuestiones económicas de su “quita”. Pero seguro que no quedan satisfechos y les puede más la necesidad política que el dinero (todo se andará)
El señor Sánchez ha olvidado (al menos lo parece) que si está en condiciones de negociar y de optar a un nuevo mandato es exclusivamente por el “miedo” a Abascal de los ciudadanos de Catalunya que otorgaron con sus votos 19 diputados al PSC. Sin eso toda esta crónica nunca se hubiera escrito. La pregunta subsiguiente es: ¿Los votantes circunstanciales del PSC provenientes de aquellos Ciudadanos del 2017, están de acuerdo con los términos del pacto con ERC y Junts? Ni el señor Tezanos en su mayor clarividencia puede garantizar un si mayoritario.
El temor de los “garantes” ideológicos de la socialdemocracia que representa el PSOE (partido con vocación centralista, centenaria) es que el “sanchismo” y su autocracia interna afecten al propio partido a medio y largo plazo…La militancia, en una situación como la actual, aprueba la “propiedad” del Boletín Oficial del Estado y las prebendas que se derivan de él. No hay más que leer a Pérez Galdós sobre los cambios de gobierno y el funcionariado a principios del XIX para entender la sumisión del “cargo de confianza” (entonces se trataba de “paniaguados”)
La otra parte contratante (no la de Groucho) los del PP están que trinan desde la “amarga” victoria del 23 J…Feijoo aguanta como puede un liderazgo que está ya en la “reserva”. Ayuso se mantiene con el peto de los suplentes, pero con los ejercicios de calentamiento hechos por si tiene que saltar al campo y en esta última semana aparece el señor Aznar como “salva patrias” y “guardián de las esencias” de una derecha desnortada después del 23 J. Llama a la rebelión de las masas contra cualquier acuerdo con quienes considera golpistas del 27-O. La derecha, política, económica y mediática de este país necesita reorganizar sus cimientos ideológicos para optar de nuevo a la confianza de unos ciudadanos maduros políticamente. Las peleas de barrio no pueden centrar los debates políticos. Deben quedarse en anécdotas para investigadores de los diarios de sesiones. Don Luis Carandell lo tendría muy difícil para hilvanar una crónica parlamentaria con cierto nivel intelectual…
Sesión de investidura sí. Los medios afines a Sánchez (ustedes saben quiénes son) proclamaran a los cuatro vientos la gran victoria del “personaje” sin analizar en profundidad los riesgos de estos acuerdos para el futuro de este país (Felipe y Guerra son conscientes del peligro) La derecha resignada cometerá el error de hacer caso a José María Aznar y despertará las vísceras del Barrio de Salamanca político, sin pensar que en otros barrios la crispación puede ser contraproducente…cosas vederes amigo Sancho, proclama el bueno de don Quijote desde su atalaya en la Mancha de Dulcinea.
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