EL LÍO EN LAS ENCUESTAS
Llegaremos al 23 J con un empate técnico en las encuestas. Feijoo con décimas (y no de fiebre) por encima de Sánchez. Ergo empate técnico. Lo que sabemos cierto es que la derecha sociológica (la económica expresa ciertas dudas) quiere ganar a toda costa, como hizo el 28M. La duda está en si la derecha visceral, la que vota Ayuso y tiene tentaciones de votar Vox ahora, reflexionará (a veces no es tan fácil para ellos) y elegirá a Feijoo como voto útil o mantendrá la consideración de “jesuítico” o “melifluo” frente a Sánchez (por no poner “flojito) La otra derecha (la liberal filosófica. Que existe) le gustaría una aritmética parlamentaria a lo 96, con el pacto del Majestic en el horizonte y el entendimiento de Arzallus y Cascos en la práctica. Una suma del PP, los minis y con el PNV en el banquillo de los suplentes. No confundir deseos con realidad y ésta, por cruda que pudiera ser para algunos, nos lleva a una mayoría de las “derechas” que coincide con más del 60% de los votantes del PP. No digamos los de Vox (vienen del mismo tronco) Es la solución a corto plazo. Porque la otra, la alemana, a medio y largo plazo con la lista más votada al frente de una coalición de gobierno estable es imposible ante los personalismos de unos y otros (A pesar de la voluntad de Felipe González de llegar a ese acuerdo programático). La izquierda, perdida en los resultados del 28 M trata de recuperar identidad socialdemócrata ante la variante “sanchismo” (más a la izquierda) instaurada por las conquistas personales de Sánchez (Guerra advirtió tras la debacle autonómica y municipal que el PSOE no era solo Sánchez y que a lo mejor había que cambiar el candidato) Esa izquierda confía en la “remontada” y en el gol de Sergio Ramos en el minuto 93 para “sumar” con Sumar, sin el peaje de Iglesias, Belarra y Montero. En eso parece más dulce la queimada de Yolanda Díaz; y añadir a los partidos periféricos (ya me entienden) léase ERC y Bildu, En este caso el PNV sigue en el banquillo de los suplentes. Para ese menester Sánchez, se ha prodigado por los platós de todas las teles…incluso la de los “enemigos”. Ahora le queda relajarse en la SER o El País, para buscar ese gol en el añadido que le permita seguir en la Moncloa, aunque para ello tenga que compartir mesa y mantel con invitados de dudosa fidelidad. Nos queda la campaña electoral, el debate del lunes 10 de julio y la aparición estelar en algún cameo de Ayuso para despertar el entusiasmo del dudoso…”Cosas vederes, amigo Sancho”…y las que nos quedan por ver de aquí al 23 J.
