HA NACIDO UNA ESTRELLA
Son las once de la noche de un 4 de mayo, que no es un 4 de mayo cualquiera. En la libreta del estratega, MAR (Miguel Ángel Rodríguez) se lee “Mañana un nuevo horizonte”. Mientras relee una de las ocurrencias de su “jefa” en una campaña de ocurrencias, “Madrid es España y España es Madrid”. En la libreta del otro estratega, la de Iván Redondo, se lee ¿Dónde ha estado el error? La encuesta definitiva, la de los votos, han confirmado lo que las otras, las de los sociólogos, excepto el CIS de Tezanos, aventuraban…Ha nacido la estrella Ayuso y su luz no se apaga mañana, sino que la ha convertido en la estela de una derecha que se había sentido huérfana de liderazgo durante mucho, pero que mucho tiempo.
Ahora son dos los caminos de una Isabel Díaz Ayuso presidenta de la Comunidad de Madrid in pectore y de facto que ha arrasado y ha dejado maltrecha a una izquierda donde jugaban los titulares y una extrema derecha que se aleja de la intención de un Abascal que quería convertirse en “Marie Le Pen” (sin serlo) a la española.
Si seguimos leyendo la libreta del estratega, la de MAR…vemos (en un ejercicio imaginario de quien escribe) Una senda pasa por atrincherarnos en el despacho de la Puerta del Sol durante los dos próximos años y alimentar la figura de “lideresa” creada para derrotar el pesimismo de una sociedad en crisis. No olvidemos que
la derecha, la clásica, la que se inventó Manuel Fraga en 1982 para suceder a la otra, la de Suarez, surgida del final de la dictadura, necesita sociológicamente un liderazgo personal. Las ideas, las que construyeron la sociedad moderna a finales del siglo XIX y las nacidas después de los errores que llevaron a Europa a la segunda Gran Guerra, se quedan en meras referencias en las facultades de Historia o en alguna aventura filosófica sobre lo que es la esencia de la libertad y la democracia. La velocidad de vértigo a la que avanza la sociedad de hoy. Ha determinado una nueva hornada de liderazgos unipersonales basados en los mensajes posibilistas o en un producto de marketing especializado en decir aquello que el ciudadano quiere (más que necesita) oír.
El resultado de Madrid determina la nueva era de los “influencers” también en la política más próxima. La campaña electoral basada en mensajes exentos de contenidos ideológicos, incluso programáticos ha dominado la esencia de la comunicación. Empezamos por “Socilaismo o libertad” centrándose en el enfrentamiento Ayuso-Sánchez. Luego con la aparición de Iglesias en la batalla, aquello se transformó en un “Comunismo o Libertad” y después del episodio Monasterio en la Ser llegamos a ese final “Demócratas o monasterios”. El intento de Gabilondo de debatir sobre ideas no ha tenido el resultado deseado, sino el único posible en una sociedad que entiende además de rociitos y bosés.
Tiempo habrá de analizar los por qué de quiénes han ganado, de quiénes han perdido, de quiénes se quedan para pasado mañana o como Iglesias se van esa misma noche. Sabremos, quizás a corto plazo, si Casado resiste la presión ciudadana para unirse a la “estrella” Ayuso. Todas estas cuestiones pertenecen a los sesudos opinadores en los medios escritos o en las tertulias audiovisuales.
En breve tiempo tocará decidir a Isabel Díaz Ayuso, si mantenerse a la expectativa hasta que pasen los idus de la pandemia, de la vacunación, de los fondos europeos desde una posición de privilegio como “el objeto oscuro del deseo”, no de Buñuel, sino de una sociedad dividida en derecha o izquierda. Dejar que Pablo Casado, se enfrente a Pedro Sánchez en las próximas elecciones generales del 2023 y a partir de ahí prepararse para un posible relevo al frente de esa derecha entre conservadora y ultraconservadora con tintados de centro sin Ciudadanos. Por otra parte, esa misma sociedad puede exigirle que ejerza el liderazgo desde ya mismo y vaya a por todas al frente de esa misma derecha que ella se ha encargado de aglutinar entorno a su figura y extrapolar al resto de España lo ocurrido en Madrid…recuerden en este final apresurado que aquello de “Madrid es España y España es Madrid”, una simple ocurrencia pueda llegar a ser un betseller en los próximos dos años.
