ERRORES VERSUS ERRORES

Suele decirse (o lo digo yo) que cuando los ciudadanos van por delante de los políticos hay que reinventarse como sociedad y recuperar la política como fórmula de entendimiento. La sensación un mes y algo después del estado de alarma y consiguiente confinamiento, es que, salvo excepciones (previsibles) se ha demostrado que las gentes de este país (todo) somos capaces de responsabilizarnos de una situación de riesgo grave. Frente al miedo, decisión. Frente a la falta de previsión, trabajo. Frente a los errores, eficacia. Frente a la enfermedad, solidaridad. Frente a la soledad, cariño. Esa es la parte que todos los días a las ocho de la tarde sale al “balcón” aunque sea imaginario a aplaudirse como sociedad.

La otra es la que se ha visto superada en su capacidad de liderazgo…donde unos políticos han dejado de lado a la política. No se trata de “dejarse la piel”, entra dentro del sueldo. No se trata de perpetuarse en la “épica” y proclamarlo a los cuatro vientos (hay suficientes medios de megafonía) No se trata de debates ideológicos. No se trata de sistemas fallidos. Se trata de pensar en las personas. Se trata de superar las miserias de unas encuestas o de unas urnas cuando no hay urnas. Se trata de recuperar algo tan sencillo como nuestra personalidad como sociedad. Se trata de dejar el regate corto para mirar el horizonte de una victoria colectiva.

Eso, hoy un mes y algo más de estado de alarma, es hacia donde deberíamos ir. No mañana, sino hoy. Debemos alejarnos del bochornoso espectáculo de los debates en el Congreso. De si voy o no voy. Del tactismo electoral. De enmarcar los errores del otro en cuadros de ribetes dorados, no os los vamos a comprar. Sentaros, todos. Cada uno con sus valores. Con su representatividad social. Con su ideología. Con su sistema. Con sus agravios. Con sus perdones. Con sus cuentas que saldar y que se dejan para el pasado mañana. Recuperar el liderazgo que habéis dejado entre tanta telemática y móviles del confinamiento. Mirar a los miles de ciudadanos que nos han dado ejemplo con su espíritu de lucha. Mirar a los miles de ciudadanos que no deben quedarse en el camino. No podéis levantaros de esa “hipotética mesa del diálogo” hasta que no lleguéis a un acuerdo por el “sentido común”. Arriesgar lo que podéis perder a nivel personal (políticos) para ganar el bien de todos. Esa es la grandeza de la política. Por si se os ha olvidado repasar la historia de este país…está repleta de renuncias para seguir adelante.

Comments are closed.