CACEROLAS SECTARIAS
Hoy me toca ser políticamente incorrecto y ponerme en contra corriente de quienes tienen memoria corta o desconocen (voluntariamente parte de nuestra historia reciente) La cacerolada de anoche y de otras noches contra las prácticas más que dudosas del rey emérito en materia patrimonial están totalmente justificadas (hasta aquí el primer considerando) De momento estamos en la fase de “sospechas”. Si se confirman hay otros dos considerandos más. Primero la comisión presuntamente recibida por la mediación en el contrato del AVE entre Medina y la Meca para empresas españolas, que yo sepa no perjudica en nada al erario público y por tanto a mis impuestos. Otra cosa es que esa mediación debería haberse hecho desde su condición de Jefe de Estado y por lo tanto entraba en su sueldo, sin comisiones paralelas. Lo que es éticamente reprobable (cacerolada incluida) Segundo: del montante recibido por el Jefe del Estado o rey emérito en la actualidad, como primer ciudadano de este país, debería haber dado cuenta a la Hacienda Pública como aumento de su patrimonio y tributar por ello. Aquí la Agencia Tributaria y la Fiscalía deberían actuar de oficio (cacerolada incluida) Los juicios políticos sobre la institución son del todo lícitos y deben hacerlos los ciudadanos según su conciencia y los partidos políticos como parte del ejercicio de su responsabilidad frente a la sociedad.
Ahora me toca esa parte de irreverencia contra la expresión interesada de esas caceroladas…Permítanme preguntar en voz alta: ¿Dónde estaban las cacerolas de ayer y antes de ayer cuando se condenó (en firme) a los responsables del desvío de dinero público para sufragar ERE,s fraudulentos? Aproximadamente 700 millones de € de los impuestos que pagamos todos. Puedo estar equivocado o sordo, porque no oí ninguna cacerola, ni convocatoria a cacerolada por las redes sociales.
Tampoco oí (a lo mejor sigo sordo) ni convocatoria por las redes sociales (o no se leer) contra las prácticas “poco claras” (léase 3% que decía Maragall) de la familia Pujol y otros responsables políticos (de esta Catalunya de mis pesares) en materia de cobro de comisiones (recuerden la aceptación de condena de Oriol Pujol, que fue secretario general de CDC) Y en todas ellas, firmes o presuntas, afectaban directamente al impuesto de todos los españoles, incluidos los y las caceroleros de ayer y antes de ayer.
Seguramente se me pasó escuchar las cacerolas contra el caso Gurtel y la financiación opaca del Partido Popular y esa caja B de la que se sospecha y todo lo que está a su alrededor con ex dirigentes de partido condenados o en prisión preventiva. También en este caso las presuntas comisiones afectan a mis impuestos y a los de todos.
Tampoco hubo caceroladas (o era sordo por entonces) cuando se condenaron a personas vinculadas al PSOE con motivo de las comisiones derivadas de la construcción del AVE Madrid-Sevilla.
Ni cacerolas, ni siquiera algún cazillo de cocina para protestar contra el abanico (político y sindical) de condenados por el tema de las tarjetas black de Bankia y que afecta a mis impuestos (recuerdo aquí la pasta que nos costó a todos rescatar a esta entidad desde el presupuesto del Estado…sus y mis impuestos)
Podríamos seguir con una lista de corruptelas menores en la parte fea de la política que no merece ni comentario. Paremos aquí…y busquemos en nuestra conciencia la parte de justicia que hemos perdido. Mucho me temo que hay más sorderas y cegueras que las físicas.
