CENTRARSE O NO CENTRARSE
El gran dilema del día 11-N empieza a plantearse a las diez y veinte de la noche del 10-N en la calle Génova de Madrid, donde Pablo Casado entra en una soledad inmensa para decidir si apoya a Pedro Sánchez como presidente del gobierno, ya sea con el voto favorable pero no cautivo o a través de una abstención técnica al servicio de una España que necesita salir de estas elecciones con un gobierno.
El problema de Pablo Casado no sería el mismo si su resultado 88 diputados se compaginará con unos hipotéticos 40 diputados de Rivera y un Abascal anclado en los 40…Pero con sus 88 diputados y los 52 de VOX el gran dilema es “centrarse o no centrarse”. Ir en busca de ese centro derecha por la vía del centro (Ciudadanos y PSOE) o frenar la sangría de votos hacia VOX por su derecha (antes escondida en su partido) Lo único que puede salvar de una decisión de ese calibre a Pablo Casado es que Sánchez (no lo creo) pacte con Iglesias. Ese dato liberaría al presidente del PP de tomar la decisión final.
Mañana cuando se despierte (si es que logra dormir) Pablo Casado empezará a entender que esto de la política acaba siendo un tema de vasos comunicantes y que por mucho que tengas un criterio más o menos decidido dentro de tu propia coherencia. Al final hay alguien (con suficiente poder) para hacerte cambiar y aceptar que lo que tenías claro ahora tiene matices.
Primera pregunta: ¿Qué parte de tus votos del 28-A se han ido a VOX?
Segunda pregunta:¿Cuántos votos de los 88 diputados de ahora se irán a VOX si apoyas a Sánchez?
Tercera pregunta: ¿Cuántos votos de Ciudadanos has recuperado en esos 88 diputados?
Cuarta Pregunta: ¿Son suficientes los votos de Ciudadanos y del PSOE que puedas recuperar en el centro para convertirte en alternativa a Sánchez?
No me gustaría estar en tu piel Pablo Casado…sea cual sea la decisión parte de la piel la vas a dejar en ella.