EL CENTRO ESTÁ SERVIDO
Solo hay un resultado claro después del 10-N. Habrá gobierno de centro. Pedro Sánchez será investido con los apoyos que consiga por si mismo (los suyos+Errejón+PNV+ los etc) Y la abstención de Casado. Todo lo demás es accesorio. Tal como están las encuestas…el cabreo de los grandes del IBEX ante la que se avecina y nosotros sin gobierno. La Europa que necesita gobiernos fuertes para afrontar un futuro incierto. La presumible subida en votos y escaños de VOX. Con todo ese maremagno solo cabe esa solución y los dos “líderes” (por llamarles algo) lo saben.
Antes (hasta mañana noche) los escarceos habituales. En esta ocasión avivados por el error monumental del señor Sánchez sobre la utilización política de la fiscalía por parte del Gobierno. Aunque haya reconocido el error (no se puede justificar lo injustificable, igual que no se puede perder un imperdible) en política este tipo de errores pasan factura a lo largo de la carrera. Será presidente de gobierno después del 10-N, pero siempre le quedará del estigma totalitario del uso del poder en beneficio de sus tesis (aunque no corresponda a un estado de derecho)
Con este panorama la solución al problema catalán tiene poco recorrido. Un gobierno de Sánchez con la “comprensión” de Casado deja muy pocos resquicios a una solución dialogada del problema…y mucho más con la amenaza de un Abascal (VOX) crecido por los resultados y sabiendo que la crisis económica refuerza las tesis antimigrantes y el cabreo de ciudadanos de cualquier pelaje ideológico…VOX va a tirar con bala contra cualquier intento de acercamiento a los partidos independentistas. Ni siquiera un paso adelante de ERC (seguro ganador de las elecciones en Catalunya) hacia las tesis de una independencia a largo plazo puede hacer variar las posturas de PSOE y PP ante la presión de VOX y los medios de comunicación proclives a la aplicación del 155 de la Constitución. Nos espera un largo, muy largo camino lleno de obstáculos para desencallar el encaje de Catalunya con España, ya que fuera es hoy por hoy imposible.
Solo la valentía de un Gobierno y una oposición responsable para afrontar: Primero una reforma en profundidad de la actual política fiscal entre Comunidades Autónomas que equilibre los déficits entre las que aportan y las que reciben. Segundo una reforma de la Constitución que permita una nueva división territorial y las relaciones Comunidades-Estado. La solución no será para el 11-N. Pero en un futuro no muy lejano tendremos que afrontarlo como sociedad.
