AMEN JESÚS

Uno haciendo el Camino de Santiago por la Vía de la Plata en estas tierras de Extremadura que huelen a jamón y queso bien curado y el bueno de Rajoy sufriendo de lo lindo. Casi está el hombre por decir aquello de “si lo se no vengo”. Con lo bien que vivía él como líder de la oposición dando a diestro y siniestro y ahora que llega a la Moncloa va y le toca bailar con la más fea. Por cierto que tanto decirlo y resulta que tiene nombre y apellidos. Se llama Cristina Fernández y es presidenta de Argentina por la gracia de su esposo fallecido y el 54% de los argentinos.Ni corta, ni perezosa la señora presidenta aprovechando la que nos está cayendo por todos los lados…Sarkozy metiéndose con Zapatero para darle en los morros a Hollande (me ha dicho un amigo francés aquí en el Camino, votante por correo del actual presidente francés, con cierto chascarrillo sevillano, que Sarko, para Bruni y los amigos, el día 6 de mayo empieza vacaciones). La señora Merkel pidiéndonos el “oro y el moro” y los americanos silbando para arriba, que bastante tiene Obama con lo suyo. Con este panorama, no me extraña que Cristina Fernández hay tirado por el camino del medio y haya dicho esta es la mía. Nacionalizo YPF, amenazo con Telefónica y no se pongan tontos que van detrás el BBVA y el Santander.Estas democracias que se tornan en pequeñas dictaduras después de las elecciones. Que además sufren la lacra de la corrupción como parte de su idiosincrasia. La que tiene que está lidiando la seudo dicha señora con el tema de su vicepresidente y con una inflación que latente que llega ya al 40%. Hace quince días pude comprobar in situ la realidad de esa inflación. Intenté hacer una reserva en una estancia de la Patagonia para el año que viene. El precio ya es un 30% más caro que este año y para el 2014, la respuesta fue “lo que quiera Cristina”.Lo dicho estos gobernantes populistas para tapar sus vergüenzas necesitan crear un enemigo colectivo y si en su día la dictadura buscó el tema de Las Malvinas como tabla de unión de los argentinos. Doña Cristina ha cogido a España como nexo de unión patriótica ante el “expolio” de Repsol a los intereses de sus ciudadanos. Manda narices, por no decir “huevos”, olvidarse de cuando YPF estaba en dificultades gracias a la genial “administración” del estado propietario.Puestas así las cosas. Tenemos el gobierno, entiendo, tendrá que ser prudente ante el peligro megalómano de Cristina Fernández de seguir con sus “expropiaciones”. Pero como ciudadanos españoles queremos una respuesta contundente que nos devuelva cierto orgullo perdido estos días. A nosotros pedirnos que no caigamos en lo fácil que sería tachar a muchos argentinos que viven y trabajan aquí como “cristinistas” y crear un clima de xenofobia contra personas que en nada tienen que ver con la extravagante necesidad de su gobierno de buscar adversarios que les tapen su propia negligencia. Por favor no caigamos en maximalismos de poca monta.

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