MEMORIA HISTÓRICA

Ahora está de moda hablar de la Memoria Histórica sobre todo aquello que sucedió y que no tuvo, en su día, la reparación para quienes sufrieron las iras de cualquiera de los bandos en contienda. No es misión de este blog juzgar a nadie, ni menos a los responsables de una época negra de nuestra historia. Pero si es misión de todos nosotros  rescatar del olvido algunos hechos que se silenciaron en base a la “sin razón” de los vencedores.

Antes de entrar en la materia que quisiera comentar me gustaría después del exordio sobre la Memoria Histórica decir que hoy el Tribunal Constitucional ha devuelto a este país una parte de la legitimidad que había perdido cuando excluyó a la izquierda abertzale de las elecciones fueran cuales fueran. Me alegro profundamente de la decisión de que Bildu pueda estar en la consulta electoral y que todos los ciudadanos vascos tengan la opción de votar a quienes les interese.

Dicho esto me gustaría reflexionar sobre la reacción de algunos medios que desde la euforia por la decisión del TC han invertido los términos y han convertido a Bildu en un grupo de víctimas de una España cegada por su afán de cerrar la herida de ETA. No señores, no caigamos en la tentación de otorgar patente de demócratas a la parte de Bildu que en su día se alineó con los pistoleros. Víctimas en el caso de ETA solo hay unas, aquellos que cayeron por la violencia de un colectivo de cobardes que se amparaban en las bombas y las pistolas para llegar a un fin político.

Esta reflexión no tienen matices. Ahora se abre un periodo político diferente con la banda de terroristas en su momento más bajo. Con un País Vasco que empieza a ver el final de su tortura y eso hay que aplaudirlo. Espero que aquellos que se consideraron en su día vencidos y que algunos medios han catalogado hoy de “vencedores” no tengan la tentación fascistoide de silenciar que participaron,con su apoyo, en el periodo negro de Euskadi y que de algún modo son corresponsables de cuanto ha acontecido.

Si hay que hablar de independencia y del derecho a decidir del pueblo vasco hay que hacerlo desde la política y desde las instituciones democráticas. Nadie debe rasgarse las vestiduras en nombre de la “santo sacra” unidad de España. El proceso político hacia el reconocimiento de las diferencias entre pueblos es imparable. Hagámoslo desde el diálogo y el respeto. Pero sin colocar a las víctimas de ETA como vencidos y a los que fueron “amigos” de ETA como vencedores. Acabemos con los “periodos negros” de nuestra historia. Desde hoy también hay Memoria Histórica en el País Vasco.

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