CRÓNICAS MARCIANAS 78

El 23 J ha despejado muchas de las incógnitas que se planteaban después del 28 M. La primera es que Pedro Sánchez volverá a ser investido por el Congreso de los Diputados…Para la izquierda es un líder natural (lo de Yolanda Díaz necesita madurar) para los independentistas & soberanistas de las tierras del norte es sin duda un mal menor. Lo es también para los temerosos de Vox, los 19 diputados del PSC lo atestiguan. Antes, habrá sesión de investidura de Alberto Núñez Feijoo, condenada al fracaso a día de hoy…coincidiendo con el concierto de Sabina en Barcelona. La realidad es que el Congreso de los Diputados se ha convertido en un todo contra Vox, pase lo que pase. ¿Y qué pasará? Se preguntan muchos. La respuesta es más sencilla de lo que parece. Un gobierno del PSOE (federalista a lo Armengol) con la extrema izquierda light (maquillada de homologación democrática y sin Irene Montero) apoyado por las fuerzas “indepes” del norte que aglutinan dos ideologías diferenciadas, derecha e izquierda.

Los acuerdos pre-investidura pasan por un PNV, amenazado en su hegemonía en Euskadi, exigiendo el cumplimiento completo del Estatuto de Gernika, ¿alguien se ha preguntado cuántas veces los partidos centralistas han prometido su desarrollo final a cambio de apoyo en el Congreso? Bildu o izquierda abertzale para confesos tratan de proseguir en su estrategia de presentarse ante la sociedad vasca como la alternativa a la derecha soberanista. Intentando que dicha sociedad “olvide” un pasado reciente marcado por ETA. Las elecciones en el País Vasco determinarán, sin duda, la duración de esta legislatura. En Catalunya la lucha por la hegemonía independentista se dirime entre derecha, Junts de Puigdemont e izquierda de ERC. Mientras Esquerra apuesta por Sánchez incondicionalmente (sirven rodalies y el uso del catalán en el Congreso para justificarse. En menudo lío han metido a Sánchez con el valenciano) Junts trata de hacer valer su privilegiada situación para conseguir una ley de amnistía que permita el “perdón de los pecados”, el regreso de Puigdemont en olor de multitudes, pasando de huido de la justicia a exilado de un plumazo y la vuelta a la política de los condenados por el procés. Todo esto en un escenario de gobierno en funciones hasta noviembre. El fracaso del intento de Feijoo de llegar, aunque sea en metro, a la Moncloa. La “revolución” de los peperos viscerales por la pérdida de la gran oportunidad de acabar con el sanchismo. Deberían mirar a su derecha, Vox. En esta formación de extrema derecha, símbolo rancio de un pasado cercano, se está imponiendo la línea dura, frente a quienes querían avanzar hacia una homologación de la mano de Meloni en Italia. Esa línea dura entronca fácilmente con los nostálgicos que proclaman aquello de “con Franco vivíamos mejor”. La imagen de su líder es significativa. No es extraño que ante la posibilidad de un acuerdo de gobierno con la derecha paneuropea de la cúpula del PP algunos ciudadanos hayan adoptado un voto contra natura…”que viene el lobo”. Visto de este modo no sería extraño que “el barrio de Salamanca político” mirara hacia la Puerta del Sol y buscara cobijo en el liderazgo de la “baronesa de Chamberí” a la hora de afrontar une nuevo desafío con Sánchez en la primavera de 2025. Ah…¿por qué primavera del 2025? El plazo necesario para que uno de los cuatro independentistas & separatistas se apeen del apoyo parlamentario al gobierno Sánchez-Yolanda y obliguen a convocar elecciones. De momento el escenario, hoy 31 de agosto de 2021, es de negociaciones estériles (Feijoo) y negociaciones fructíferas, pero difícilmente justificables jurídica y políticamente hablando entre la izquierda (PSOE-Sumar) y las fuerzas nacionalistas (léase soberanistas) del norte para conformar un principio de acuerdo que permita a Sánchez gobernar prisionero de las mesas de negociación perpetua entre “los unos y los otros”. Mientras la “libreta del estratega” (MAR o Miguel Ángel Rodríguez) sigue escribiendo cómo será la primavera del 25. Se me ocurre que empezará con la declaración de Ayuso “Señor Sánchez usted prometió traer al señor Puigdemont y ha cumplido su palabra, lo ha traído en carroza de plata, para pasearlo como el “brazo incorrupto de Santa Teresa”. Enhorabuena” …se me ocurre

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