Duración:
1 día
Lugar de Origen:
Barcelona (Catalunya-España)
Lugar de Destino:
Beuda (Garrotxa-Girona-Catalunya-España).
Pasos intermedios:
Besalú-Maià de Montcal
Mas o menos una hora
y veinte minutos de viaje hasta el primer destino.
Tomamos la A-7 por
la Meridiana de Barcelona y pagamos peaje en Mollet (deberían eliminarlo),
seguimos hacia Girona (si es sábado hay bastante tráfico
en el recorrido). Al llegar a la Salida 6, "Girona Nord"que es un nudo
de carreteras cogeremos la C-150 dirección a Banyoles y Olot. Hay
unos kilómetros de dos carriles por dirección (hasta Banyoles)
y después una carretera en buen estado que nos llevaría hasta
Ripoll pasando por Olot. Pero antes llegaremos a Besalú. Parada
obligatoria para admirar uno de los núcleos urbanos mas interesantes,
bonitos y mejor conservados de Catalunya.
Son cuatro muestras
de la fisonomía urbana que el visitante se encontrará en
Besalú. Nadie sale defraudado de esta visita. Pero es que además
de los monumentos que describiremos con cierto detalle (no están
todos), paseando por sus calles según las horas uno puede tomar
el sol al aperitivo o puede escuchar música en los pubs por la noche
o si quiere degustar productos típicos en la tienda del Consell
Comarcal, junto al ayuntamiento.
Si buscamos originalidad
en la Plaza Mayor hay tiendas del "Todo a 100" para sibaritas, ósea
de "Nada a 100" y una tienda de regalos "pijos", donde encontrará
antigüedades, cosas viejas y nuevas que las imitan, todo a precios
asequibles (1.000 a 30.000 pesetas) y que merece una visita: fíjense
en dos básculas, una antigua y otra nueva pero de una singular belleza;
si quedan observen dos cajas una para guardar cartas y la otra para guardar
"cosas", en esta última se le da premio a quien encuentre el cajón
secreto.
Plaza Mayor porticada
|
Desde otro ángulo |
Un rincón |
Un palacio
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Las arcadas
|
La Torre fortificada
(garita del peaje condal) |
Pero Besalú
además de un sitio para vivir es una exposición románica
al aire libre. En cualquier calleja se respira lo medieval como hemos visto
en las imágenes anteriores, pero es que ya el propio puente de la
entrada este de la ciudad lo refleja clarísimamente.
Construido en el
Siglo XI. De construcción angular debido al asentamiento sobre las
piedras del río Fluvià. Es el único en Catalunya de
siete arcadas. Durante la época de los condes de Besalú se
instaló el pago de una cantidad en la Torre fortificada. Se restauró
en 1965; un año después de esta restauración se declaró
a toda la población conjunto histórico artístico.
Uno de los edificios más antiguos
de la ciudad es la Iglesia de Sant Vicenç (San Vicente), aunque
la construcción actual es del Siglo XII. Se conoce su existencia
documental allá por el año 977. En el siglo XV Pere Rovira,
de quien se conserva su lápida en el presbítero de la iglesia
trajo del Monasterio de San Sadurní de Tavérnoles el cuerpo
mártir de San Vicente, aunque no se especifica de que Vicente. A
principios del XIX, los canónigos de la vecina iglesia de Santa
María debido al estado ruinoso de la misma se trasladaron a San
Vicente y con ellos la reliquia de la Vera Cruz, que había traído
desde Roma el conde Bernat Tallaferro. Al final de este mismo siglo robaron
la reliquia. El edificio fue incendiado durante la Guerra Civil española.
Sant Vicenç es una iglesia de
planta de basílica con tres naves y crucero encabezadas por tres
ábsides semicirculares, el central ornamentado por un friso
de dientes de sierra y arcos ciegos.
Ábsides semicirculares |
Sant Vicenç Interior |
Puerta románica |
Fachada principal |
Tiene dos puertas
de entrada, la del sur es de la época románica, con dos arquivuelta
la exterior decorada con un torneado helicoidal y la interior enmarcada
con palmitas y la figura de un león a cada lado. Los capiteles recuerdan
a la escuela escultórico de Ripoll.
Sin dejar Besalú,
salimos de la zona fortificada y llegamos al Monasterio de Sant Pere de
Besalú (San Pedro). Fundado en el año 977 por el conde de
Besalú, Miró III Bonfill, se puso bajo el patrocinio del
Vaticano. Esta era una práctica de algunos monasterios para huir
del control de los superiores más próximos. Contra más
lejos esté el "jefe", en este caso el Papa, la comunidad en cuestión
gozaba de una libertad de negocio mucho mayor que otras.
De aquellos años,
no queda absolutamente nada, ya que la iglesia fue renovada en el año
1160. El resto de instalaciones monacales han ido desapareciendo con el
devenir de la historia, que influyó decisivamente en la vida de
este monasterio.
Alcanza su máximo
esplendor en la primera parte del Siglo XII, cuando Besalú deja
de ser capital de condado y es el abad de este monasterio la máxima
autoridad de la zona. Pero en siglos venideros los acontecimientos lo reducen
a la mínima expresión, los terremotos del siglo XV y las
luchas entre monjes contra el Obispo de Girona por mantener privilegios
feudales acaban con su independencia de gestión y Sant Pere se une
a Sant Llorenç del Mont y Sant Quirze de Colera.
Posteriormente guerras
como la del Francés afectan a la estructura, como es el caso del
claustro que fue derruido en esa época. Durante la Guerra Civil
española, al igual que Sant Vicenç fue incendiado.
Del edificio original
solo queda la iglesia, que es de planta de basílica con tres naves,
crucero y un gran ábside central. Si visitamos el interior observaremos
que el crucero tiene dos nichos a forma de absidiolas que no sobresalen
al exterior.
El elemento más
característico de este edificio es el deambulatorio
que son cuatro parejas
de columnas con ocho capiteles esculpidos y que sostienen cinco arcos de
medio punto sobre los que se asienta la vuelta del ábside.
Sant Pere |
Ábside |
Hospital de Sant Julià |
Baños judíos |
Además de
estos importantes vestigios del románico en Besalú tenemos
dos monumentos de extraordinaria importancia en el arte y la cultura de
Catalunya. También románico fue el antiguo Hospital de Peregrinos
de Sant Julià. Edificado en el siglo XII, conserva una puerta de
un valor cultural incalculable formada por cinco arcos. Es un edificio
de una sola nave de planta rectangular.
Destaca entre los
edificios de Besalú la Casa Llaudes o de los Cornellà. La
lástima es que no disponemos de material gráfico para ilustrarla.
Es un edificio fuera
de fortificación y que anticipa lo que en la época gótica
serán los patios de los edificios civiles.
Tampoco poseemos
material gráfico, aunque existe y muy copioso de los restos
de Santa María de Besalú, construida a mediados del Siglo
XI como capilla particular de los Condes de Besalú. La Des amortización
del Siglo XIX y su mal estado propiciaron que fuera saqueada, incluso se
sabe que se vendieron algunos elementos del claustro, por ejemplo. Situada
en una colina sobre la ciudad, pueden observarse los restos de lo que fue
esta iglesia.
Frente al puente,
a la orilla del río Fluvià tenemos los Baños de Purificación
judíos, que forman un edificio único en España: El
Miqvé. Construidos en el siglo XII fueron descubiertos en el año
1964. Besalú tenía también una importante sinagoga
que no ha sido descubierta todavía.
Unos metros antes
de abandonar el núcleo urbano de Besalú por la N-260 dirección
a Figueres observaremos un desvío a la izquierda que indica a Beuda,
carretera GIV-5234. Entramos en uno de esos paraísos románicos
que tiene Catalunya.
Primero llegaremos
a Sant Pere (Pedro) de Lligordà. Iglesia románica del siglo
XII formada por una nave de planta rectangular y un ábside de perímetro
semicircular. Su interior está cubierta con una vuelta de cañón
de perfil apuntado, y el ábside se abre con un arco triunfal de
medio punto. La puerta está situada en la fachada de mediodía
y se compone de tres arcos en degradación, dintel y tímpano.
Si observan esta silueta recuerda a Sant Andréu de Pedrinyà.
Sant Pere de Lligordà |
Lateral |
Puerta |
Ábside |
Siguiendo la pista de Beuda, a dos kilómetros
de Lligordà y a la izquierda (está indicado, pero hay que
fijarse) sale una pista asfaltada que nos ha de llevar hasta el Sepulcro
y Santa María de Palera.
El asfalto se acaba en una bifurcación,
una nos indica el Santo Sepulcro y la otra Santa María. A la derecha
nace una pista de tierra en muy buen estado que nos lleva hasta el Santo
Sepulcro, un conjunto de iglesia y dependencias monacales de singular belleza.
Lástima que haya desparecido el claustro de este edificio. No hace
mucho en las dependencias monacales había una hostería (bar),
hoy cerrada lo que da un aspecto muy solitario al lugar, aunque el entorno
es de una belleza extraordinaria. En este paraje idílico se reúnen
los caballeros de la Orden del Santo Sepulcro.
Conocida también por Sant Domènec
de Palera, es una notable construcción románica del
siglo XI, de grandes sillares bien cortados, consagrada en 1085. Consta
de tres naves, la central con una vuelta de cañón
y las laterales de cuarto de círculo, sostenidas por pilares rectangulares,
y con sus correspondientes ábsides. El campanario de pared
de dos ojos se eleva encima de la fachada de poniente. La iglesia es de
planta de basílica encabezadas por tres ábsides semicirculares.
Es un ejemplo de simplicidad arquitectónica difícil de encontrar
en los edificios del Siglo XI.
Coronando las escaleras de acceso a
la puerta principal se presenta un cruz producto de la manipulación
de un árbol de la zona. Es un elemento curioso que en nada
tiene que ver con el conjunto arquitectónico.
Es visita obligada.
Santo Sepulcro |
Ábsides de cabecera |
Fachada |
Árbol en cruz |
Desandamos el camino hasta la bifurcación
y buscamos una nueva pista de tierra, en buen estado, que nos lleva hasta
Santa María de Palera, adosada a una casa habitada.
Iglesia románica del siglo
XII. Es un edificio sencillo de una nave cubierta
con una vuelta de cañón
reforzada por dos arcos torales y cabezada al levante, formando
un ábside semicircular, un poco ultrapasado que se abre
directamente a la nave. La puerta, con un arco de medio punto, es
de una gran sencillez. En su interior (no pudimos entrar) se conserva
una pila bautismal de piedra en forma de copa que podría ser de
finales del XI o principios del XII. Una talla gótica de alabastro
poli cromado de la Virgen con niño fue casi destruida en la Guerra
Civil española, restaurada posteriormente se conserva en el Museo
de Arte de Girona.
Santa Maria de Palera
|
Vista parcial del ábside |
Sant Feliu de Beuda |
Cabecera |
Regresamos a la GIV-5234 y seguimos
camino a Beuda en medio de un paisaje con masias muy bien conservadas a
derecha e izquierda. Llegamos a un pequeño núcleo de tres
casas, un aparcamiento, una iglesia y un restaurante. ¿debe ser
aquí?, te preguntas, pues si. La imponente edificación religiosa
es Sant Feliu de Beuda.
La primera vez que se sabe de su existencia
es en el año 1004 en un juicio por su posesión entre el Obispo
Ot de Girona y el Conde Bernat Tallaferro. Luego ya se tienen pruebas documentales
del siglo XII y XIII, se sabe que es una iglesia que pagaban la décima
para financiar las cruzadas.
Iglesia románica del siglo XI. Destaca
la severidad de la fachada, con la puerta formada por tres arcos
en degradación. En el central hay dos columnas adornadas con
sus correspondientes capiteles. Las tres naves del templo (la central
con una vuelta de cañón y las laterales de un cuarto de círculo)
se manifiestan al exterior con sus correspondientes ábsides.
Se debe destacar la curiosa e irregular planta del edificio, más
amplia en la parte de la cabecera que en la pared opuesta.
Destaca una pila bautismal del siglo XII de piedra muy ornamentada por
dos registros el inferior representa cinco palmitas y el superior cuatro
personajes bajo unas arcadas. Estos personajes, que parecen estar relacionados
con el pecado, permiten datar la fecha de la pila en finales del siglo
XII.
Saliendo de Beuda, por una carretera
de nueva factura (no figura en los mapas) se llega a Maià de Montcal.
La carretera estrecha pero bien asfaltada está hecha por las sementeras
de la zona, ya que por ella salen los camiones según se dirijan
a Figueres o a Olot.
En Maià de Montcal está la iglesia
consagrada a Sant Vicenç (Vicente). Documentada en el año
978, el edificio actual data del siglo XII de una sola nave encabezada
por un ábside semicircular. En la fachada principal se observa como
se modificó su estructura posteriormente.
Sant Vicenç de Maià
|
Ábside |
Una iglesia cómoda |
En un lateral del ábside se
ha abierto una puerta para permitir un acceso rápido del cura o
sacristán. Vamos una aberración que altera lo que es una
construcción de este tipo. Sirva la foto como ejemplo denuncia.
Para comer hemos elegido Ca
La Montserrat de Beuda. El restaurante no ofrece lujos en la decoración,
todo es sencillo como se corresponde a una buena fonda de pueblo que durante
la semana debe dar menú muchos trabajadores de las cementeras y
derivados. Pero tiene una cocina realmente seria. Ofrece un buen arroz
a la cazuela, de carne por supuesto, donde el pollo y el conejo son simples
invitados de un buen plato de arroz sabiamente preparado. Los caracoles
a la cazuela (predomina el fogón) están bien condimentados
(picantillos) pero sabrosos, son muy recomendables. El platillo de ternera
con setas y albóndigas (especialidad de la casa) es para personas
con apetito; bien elaborado pasa bien. El pato con peras tiene una excelente
pinta y un sabor aceptable. La bodega es corta, no se salen de lo más
clásico de cualquier restaurante. Aunque en esta ocasión
optamos por un cava: raimat brut, como bien se sabe cargadito de chardonnay,
es Codorniu que le vamos a hacer. Bien la carta de cavas.
Hay que decir que la relación
calidad precio es extraordinaria. Dos personas por 5.000 pesetas, bien
comidos y bebidos es hoy un lujazo difícil de encontrar, excepto
en Serrateix cerca de Cardona.
Informaciones y recomendaciones a
valentinv@valentinv.com