Duración:
1 día (Larguito. Iniciar la Ruta a las 10,00 horas y acabar sobre
las 18,30)
Lugar de Origen:
Barcelona (Catalunya-España)
Lugar de Destino:
Taradell (Osona-Barcelona)
Paradas intermedias:
Pantano de Sau-Vilanova de Sau-Sant Julià de Vilatorta-Sant Sadurní
d'Osormort-Espinelves y Seva
Mas o menos una hora
y quince minutos de viaje hasta el primer destino.
Desde Barcelona debemos
ir hasta la salida Vic-Sur de la C-17 (antigua N-152). A la salida debemos
seguir los indicadores hacia el Pantano de Sau, vamos la N-141d. A la salida
de Vic, junto a una gasolinera BP tomaremos dicha carretera que pasa por
Calldetenes y sigue a Vilanova de Sau y por fin el Pantano, hay que pasar
la presa y seguir unos dos kilómetros hasta la primera cita con
el románico. Sant Romà de Sau, es la iglesia fantasma, bien
está sumergida en las aguas del pantano o bien se puede visitar
a pié, según las temporadas. Con las últimas sequías,
incluso, se ha procedido a la restauración de su campanario.
De la iglesia, la
primitiva construida en el siglo XI, prácticamente no queda nada,
pero si permanece el campanario, de forma cuadrada y con tres pisos. De
ellos destaca el segundo (el primero que se ve en la foto actual), decorado
con arcos ciegos y coronado con un friso de dientes de sierra. Es
de tipología lombarda, lo que redunda en que su construcción
es del siglo XI.
Inicialmente era
una iglesia parroquial documentada entre el 1025 y el 1050. En lugar de
la iglesia primitiva se construyó una de nueva.
Sant Romà de Sau |
Entorno del pantano de Sau |
Ábside de Santa Maria
de Vilanova de Sau |
Aspecto actual de la iglesia
|
Posteriormente
se añadieron capillas laterales y la cubierta fue sobrealzada. Durante
el siglo XVIII desapareció el ábside, se cubrió el
campanario con un tejado piramidal y se cambió la orientación
del templo. La construcción del embalse entre los años 1949
y 1962 hizo que el culto se trasladara a otro lugar y el templo y el pueblo
quedaran escondidos bajo las aguas
El Municipio tiene
un especial interés por ser un lugar tranquilo, con construcciones
típicas de esta zona de Las Guillerias. Su iglesia consagrada a
Santa Maria conserva algún elemento románico, como el ábside.
Como observarán en las fotos, se destacan los arcos ciegos de su
decoración exterior.
Seguimos viaje, podemos
continuar por la N-141d, y a la altura de Folgueroles ascender (100metros)
hasta Sant Julià de Vilatorta. Núcleo urbano dedicado al
descanso del Fin de Semana, o así lo demuestra su fisonomía.
Allí encontraremos otra iglesia muy reformada, pero que por suerte
conserva una parte del ábside semicircular de la Iglesia primitiva.
Construida en el siglo XI, las reformas que ha sufrido como Iglesia parroquial
no han permitido conservar casi nada de su aspecto original.
Se conoce des del
899. En el 927 aparece como parroquia y durante el mismo siglo fue mencionada
como basílica. Fue ampliada durante el siglo XII y modificada durante
los siglos XV, XVII, XIX y XX
Ábside de Sant Julià
de Vilatorta
|
Santa Maria de Vilalleons
|
Vale la pena desviarse
por la BV-5202 hasta Vilalleons y visitar la iglesia de Santa Maria. Datada
de la mitad de la segunda mitad del siglo XI. Consta de una sola nave encabezada
por un ábside semicircular y desde donde salen dos capillas laterales
de estilo gótico y de planta cuadrada.
Encima del ábside
hay el comunidor de planta cuadrada y dos pisos.
En el muro sur
hay la antigua puerta de entrada que comunica con la rectoría y
queda interrumpida por el campanario de torre del lado oeste.
Dejamos Sant Juliá
de Vilatorta y nos dirigimos por la GV-5441 hacia Sant Sadurní
d'Osormort. Al conductor se le da a elegir entre esta carretera y la C-25
o Eix Transversal. No tiene color, por la del interior disfrutará
de un paisaje extraordinario, mejor en otoño, donde resaltan los
amarillos, ocres y marrones, pero ahora en primavera el verde sorprende
en sus tonalidades. Pasando por debajo de grandes viaductos de esta infraestructura,
el Eix Transversal, llegamos a la paz de la Iglesia de Sant Sadurní
d'Osormort, junto a la casa Masferrer, datada a finales del siglo XVIII.
Esta iglesia, documentada
en el año 937 de nuestra era. Pero la actual está construida
a finales del siglo XI, como muchas de sus coetáneas de una sola
nave encabezada por un ábside semicircular. Este ábside tiene
quince arcos ciegos delimitados de cinco en cinco por bandas lombardas.
El campanario de tres pisos, con diferentes ventanas al uso.
En el interior se
descubrieron pinturas murales en la decoración del ábside
que desde 1915 están en el Museo Episcopal de Vic.
Esta iglesia está
documentada des del 937, pero era conocida con el nombre de Sant Sadurní
de les Planeses. Des de mediados del siglo XII y finales del XVII dependió
en buena parte del monasterio de Sant Llorenç del Munt. Los terremotos
del siglo XV derrumbaron parte del campanario que rápidamente fue
rehecho pero con mucha mala fortuna.
Sant Sadurní d'Osormort |
Ábside y campanario |
Ábside interior |
Puerta de entrada y base del
campanario |
Dejamos Sant Sadurní,
no sin antes decirles que no pudimos visitar la Iglesia de Sant Feliu de
Planeses, que se encuentra en un desvío de la N-141d, viniendo desde
el pantano de Sau, antes de llegar al único túnel que se
coge por esta carretera, veremos un camino de tierra que nos lleva hasta
la masia de la Vérneda de Sant Feliu, unos 1300 metros. Allí
nos encontraremos con una iglesia de una sola nave, datada en el siglo
XI y, como la mayoría encabezada por un ábside semicircular.
La diferencia con sus coetáneas de la zona es que el campanario
es de silleta con dos ojos.
Esta iglesia está
mencionada a partir del año 1025 ligada a la historia de Sant Sadurní
d'Osmort. El año 1140 pasó a depender de Sant Llorenç
del Munt y cuando la de Sant Sadurní recuperó su parroquialidad,
ella recuperó la suya. Se hicieron pocas reformas, tan sólo
se añadió la sacristía, se sobrealzó el tejado
y se rebozó el interior
Desde Sant Sadurní,
un nuevo dilema, cogemos el Eix, o seguimos por la GV-5441 hasta Espinelves.
Nosotros siempre aconsejaremos, que si no se tiene prisa y no son las vísperas
de Navidad, tomemos la carretera antigua, su belleza es impresionante.
Pues tomada la decisión,
llegamos hasta Espinelves, la joya de este viaje (es subjetivo).
Allí nos espera
la iglesia consagrada a Sant Vicenç (San Vicente). De dos naves
encabezadas por ábsides semicirculares. El pequeño se volvió
a construir cuando se restauró la iglesia, ya que en los siglos
XVI y XVII se había destruido.
El campanario, de
tres pisos, con ventanas diferentes en cada uno de ellos. Las del último
piso parecen añadidas, y parecen que sustituyeron a los pilares
que aguantaban el tejado.
La puerta de entrada
tiene dos arcos de vuelta lisos. Los capiteles de las columnas de la puerta
están muy deteriorados.
El interior conserva
junto al ábside mayor una portada que podría ser del siglo
XI, lo que indica que la nave pequeña, fue añadida posteriormente,
con toda probabilidad en el siglo XII.
En el frontal del
altar mayor vemos una reproducción del frontal original que está
en el Museo de Vic. Conocida como La Virgen y los seis profetas, es obra
del Maestro de Espinelves. La pieza es de finales del XII, principios del
XIII.
Sant Vicenç d'Espinelves |
El campanario |
La portada |
Interior, los dos ábsides |
Interior, ábside mayor |
Copia de la Virgen y los seis
profetas |
Una calle de Espinelves |
Detalle de una construcción
actual |
En Espinelves, en
vísperas de Navidad se celebra la Feria del Abeto, durante una semana,
este pueblo, de aproximadamente unos 300 habitantes se ve asaltado por
más de 20.000 personas que entre curiosos y compradores forman los
clientes de la principal industria del municipio: al árbol de Navidad.
Al lado eso si, de la madera y la forja artística. Cabe destacar
el costumbrismo de la arquitectura que se practica actualmente en la zona
y que respeta la fisonomía antigua de estos pueblos.
Dejamos este idílico
lugar y por la GI-543 atravesamos Viladrau, zona de segundas residencias
de ciudadanos de Girona y Barcelona y nos dirigimos hacia un conjunto que
está entre el románico y el gótico pero que destaca
por el grado de conservación.
Antes de llegar al
cruce de carreteras que nos lleva a Taradell o a Seva, quizás 700
metros antes de ese punto a la derecha hay un camino que tiene una valla
levadiza que nos conduce por un camino de tierra transitable hasta el Casal
de Espinzella y San Miguel de Espinzella.
El caserón
está formado por un conjunto de edificios construidos dentro las
murallas durante el siglo XII, que juntamente con la capilla son las edificaciones
más antiguas.
El gran caserón
está situado en el punto más alto del gótico y las
construcciones de su alrededor son posteriores. La muralla más bien
conservada es la de la parte sur y es aquí donde se encuentra la
puerta de la entrada. El ábside de la capilla había estado
aprovechada para hacer una torre de defensa. La capilla es una construcción
de una sola nave de planta rectangular encabezada por un ábside
semicircular.
Todo está
construido con piedra autóctona de Las Guillerias, de un color rojo
vivo, como provinente de la herrumbre.
El caserón
fue residencia de los señores del castillo de Taradell y posteriormente
pasó a ser una granja. Está documentado des del año
966. Después de los señores de Taradell fue residencia de
los de Santa Eugenia de Berga, más tarde de los Torroella. Des del
siglo XIII hasta el XV fue residencia de los Vilademany, después
la familia Espinzella se instalaron y finalmente acabó en manos
de los administradores de la iglesia de la Pietat de Vic que en el siglo
XVII lo compraron y conservaron hasta el siglo XIX. La capilla que estaba
dedicada a Sant Miquel está documentada des del 1181.
El hecho de que
sea propiedad particular impidió que visitáramos su interior
donde está la capilla.
Puerta y parte de la muralla
|
Otra vista del conjunto de Espinzella
|
Seguimos por la
GI-543 y luego por la GI-520 hasta Seva, otro núcleo de población
mezcla de lo medieval en su interior y lo contemporáneo en sus alrededores.
Su iglesia consagrada a la Virgen María, documentada en el año
952, se construyó un nuevo edificio a finales del siglo XI y principios
del XII. Las diferentes reformas, especialmente en los siglos XVII y XVIII
cambiaron en parte su fisonomía.
La estructura
del templo es de planta en forma de cruz y el elemento mejor conservado
de la iglesia originaria del siglo XII es el campanario. De planta cuadrada
tiene una alzada de 26,50 metros, seis pisos. Destaca porque no tiene ninguna
de las decoraciones que caracterizan a los elementos decorativos lombardos.
En su interior los muros se van estrechando a medida que se asciende. Los
dos primeros pisos no tiene ventanas al sur, ya que está adosado
a la nave del templo. El resto tienen ventanas a los cuatro vientos.
Los capiteles
y las bases de las columnas de las ventanas están esculpidas con
decoraciones geométricas.
Santa Maria de Seva |
Majestuoso campanario |
Seva, una de sus calles |
Más belleza |
Esas poblaciones
merecen una visita también por su conjunto arquitectónico,
especialmente en su núcleo antiguo, que conserva parte de su belleza
tradicional, sirva este ejemplo.
En el mismo núcleo
de Seva sale la carretera que nos lleva a El Brull, nada más tres
kilómetros y un nuevo monumento que relatar, en esta ocasión
dedicada a San Martín.
Edificio románico,
del cual se conserva mejor el exterior que el interior.
Tiene un ábside
semicircular decorado a base de ventanas ciegas, distribuidas en series
de tres. Las lacenas que la decoran son barrocas.
Tiene un ojo
de buey. Los absidiolas se substituyeron en el siglo XVI por capillas de
planta cuadrada que son las que pueden verse actualmente.
Como pasa con
el castillo, la iglesia perteneció primero a los vizcondes de Osona
Cardona, y después al obispado de Vic.
Está documentada
des del siglo XI.
Desde Seva, regresamos
hacia Vic hasta llegar a Taradell, donde nos espera el campanario de si
iglesia de Sant Genís, una de las joyas románicas de la comarca
de Osona.
Es una construcción
del siglo XI que muestra las influencias lombardas que la catedral de Vic
ejerció en la comarca. Es un campanario de planta cuadrada hecho
de sillares pequeños y muy regulares y tiene cinco pisos ornamentados
por un friso de dientes de sierra. A medida que aumenta el piso también
aumentan las ventanas, en el primer piso comienza con lacenas en serie
de tres, en el segundo piso tiene una ventana de medio punto, en el tercer
piso una ventana de doble arcada, en el cuarto piso hay una ventana trifoliada
y en el último nivel fue añadido otro, así que no
se pueden distinguir el uno del otro. A comienzos del siglo XX se le añadió
un piso después de un incendio. Entre los años 1949 y 50,
el arquitecto Puig y Cadafalch restauró este nuevo piso y le dio
un aspecto neorrománico y colocó un reloj en cada cara.
La antigua iglesia
era mencionada el año 950.
El edificio primitivo
fue substituido por el actual que fue consagrado el año 1076. Durante
los siglos XV y XVI se hicieron obras de reparación y reforma. El
año 1654 fue saqueada por las tropas francesas y un siglo después
se puso la primera piedra del nuevo edificio, el cual añadió
un piso mas.
San Martín de El Brull |
El ábside y una capilla
lateral |
Campanario de San Genís |
Sant Quirze de Subiradells |
Ábside semicircular |
En el mismo Taradell
buscamos la Urbanización La Roca y allí, en medio de construcciones
actuales, casitas de dos pisos con jardín. Encontramos la ermita
de Sant Quirze de Subiradells, una capilla de una sola nave rectangular,
encabezada por un ábside semicircular, que no tiene ornamentación.
En la fachada sur hay la puerta de entrada tapiada ya que se suprimió
la que se hizo en el siglo XVII.
Documentada des
del 989, fue reedificada durante el siglo XI y modificada durante el siglo
XVII. El año 1936 dejó de tener culto al ser profanada, pero
actualmente ya tiene. Sus propietarios la cedieron al ayuntamiento de Taradell.
Finalizado el
recorrido, los viajeros sentirán curiosidad por saber en que punto
hay que hacer un alto en el camino para el yantar. La zona es rica en lugares
donde saciar el apetito, a pesar de que la primera ruta por esta comarca
no fue especialmente satisfactoria. Además de los ricos productos
del cerdo, bien elaborados por los profesionales de La Plana, además
digo, son recomendables las carnes y los guisotes (Escudella y carn d'olla,
judías pintas o blancas, etc).
Llegados a este
punto escogimos Espinelves, por aquello de que su principal industria es
"acoger a los del fin de semana" y por tanto hay que darles bien de comer.
Allí uno tiene un amplio abanico de posibilidades: Can Bayes. La
Rovira. Ca L'Angelina. Pero al final nos decidimos por Can Celestino, habíamos
oído decir que por 1.500 pesetas nos daba de comer con amplitud,
y con una calidad acorde al precio, pero con productos preparado amorosamente
en su cocina y horno. Y sabiendo donde íbamos (hay que ser conscientes
de la realidad), nos preparamos para la prueba de fuego. Como entrantes:
Ensalada, normal y embutidos con un pan tostado muy bueno, pasable. Después
Escudella (le sale el sabor a la col) y al poco la Carn d'Olla, discreta,
mucha pilota y butifarra negra, no me extraña que le salga sabor
a col. Acabada esa degustación llegan Pintas con panceta, no está
nada mal; y unos Macarrones con atún ciertamente apetitosos. De
carne tres platos: Pollo, que quieren que les diga: recalentado. Rustido
con setas, normal, como otros y unas Albóndigas con guisantes (jardinera),
pasables, solo pasables. Ya están los ocho platos. A veces dicen
las malas lenguas varían algunos y te ponen bacalao con uvas pansas
o pato con peras. Es cuestión de probarlo. De postre, Crema catalana,
como no y Coca de la casa, está buena, vale la pena. La bodega inexistente,
con un menú de estas características y precio, vino de la
casa (peleón) aderezado con gaseosa, es un consejo.
La experiencia
para una vez no está mal, pero repetir sería una crueldad
para con las bellezas del románico que merecen un mejor trato a
la hora de comer. Ya lo saben CAN CELESTINO
Teléfono 938849285.
DIRECCIÓN DE CORREO ELECTRÓNICO
valentinv@valentinv.com